Hoy se me ocurrió escribir un par de anécdotas tragicómicas 😊 … La idea es que se rían, pero les aseguro que algún injurio propiciamos en varias de ellas.
Se trata de la odisea que puede llegar a ser conseguir una hora, es decir solicitar un turno, para que te atiendan presencialmente en una oficina pública (quizá alguna privada también).
Y… ¿saben cuál es la parte más graciosa del cuento?
La mayoría de las veces, es una cita que el organismo te obliga a pedir para algo que se podría resolver sin ningún tipo de inconveniente de forma remota. Es decir, por teléfono o mail.
En pandemia esto no ocurría, ¿recuerdan este artículo?

Aquí les cuento …
La espera de la habilitación de la agenda
Esto es lo más maquiavélico que se ha visto, y les aseguro que nos ocurre bastante a menudo.
En primer lugar, se da esta conversación (lo cuento en primera persona para facilitar la lectura):
- Empleado de Ente X dice: ah no, eso no te puedo responder por teléfono, tienes que agendarte e ir de forma presencial.
- Yo: (suspiro) ok, ¿Dónde pido la hora?
- Ente X: tienes que entrar a xxxxxxxx y agendarte… pero tienes que esperar que se habilite la agenda.
- Yo: ¿Qué se habilite la agenda?
- Ente X: si, se ponen las horas los martes y viernes a las 15. Se habilitan 2 números.
- Yo: ¿me estás diciendo que tengo que entrar a ese link en esos días a esa hora y empezar a dar F5 hasta que “aparezca la agenda” y tratar de ganarle a todos los que están así?
- Ente X: Si, así es.
- Yo: y si no lo logro, ¿el siguiente día tengo la misma pelea? ¿con la misma chance de no lograrlo?
- Ente X: Si, ese es el procedimiento.
- Yo: (plop)… (¿algún lector de Condorito por acá?)
Entonces, no sé si a alguno de los lectores tiene la misma percepción que yo.
¿No es esto perverso?
Siempre me imagino que tenemos cámaras del “Ente X” y mucha gente que se está riendo de nosotros durante ese proceso.
Porque hay una parte más triste aún… ¡sí, lo hacemos!, porque si no, no podemos realizar el trámite/duda/lo que sea.
Y luego me pregunto, y le pregunto al siguiente empleado, y así innumerable cantidad de veces, ¿de verdad es la forma? ¿una “agenda que se habilita de a 2 números”? ¿No saben que días trabajan? ¿No les parece una pérdida de tiempo para mí y para ustedes? ¿Realmente creen que es productivo que yo vaya a una cita presencial para algo que me puede resolver en 2 minutos por teléfono o mail?
Nunca obtuve una respuesta, pero sigo preguntando. Si algún lector tiene alguna respuesta, comparta por favor. 😊
Les cuento otra …
La entrega de números
Otra situación que nos ha pasado, es ir a un lugar que se necesita sacar número y resulta que hay un empleado del Ente X que entrega el número que saca de una talonera.
¿Es en serio?
¿No lo puedo sacar yo?
¿A nadie le parece un malgasto de recursos?
Por último, de yapa, les cuento brevemente la que me hace enojar más (porque es la que tenemos que hacer más seguido).
El teléfono que “se corta”
Estimo que, si algún lector ha tenido que llamar a algún ente (hay uno muy especial ☹), ya sea a solicitar una cita (que es el motivo de este post) o cualquier otro tema, le debe haber pasado al menos una vez lo que relato a continuación.
- Llamo a Ente X.
- La contestadora indica las opciones.
- Selecciono.
- Me pregunta 1, 2, 3, 4, 5.
- Y contesto… (Sin exagerar nos ha pasado alguna vez estar ¡¡más de 2 minutos ingresando datos y esperando las opciones!!).
- Cuando parece que te va a atender un ser humano, se escucha: “En este momento todos nuestros operadores están ocupados, inténtelo más tarde” ¡Clack!
¿Quéee?!!! ¿En serio me cortaste? Es mucho más digno quedar en la posición 44 (también pasa a menudo), porque al menos tengo chances de llegar.
Es más, hay veces que cuando logramos llegar a alguien, ya no sabemos que teníamos que preguntar. 😊
Podría seguir, porque tenemos anécdotas de varios colores, pero lo dejo para otro post. 😉